El
Trabajador Social es un profesional que interacciona para transformar la
realidad social, usando la herramienta de la comunicación para lograr un
acercamiento directo con el ser humano como objeto y sujeto de trabajo, para de
ese modo contribuir a mejorar sus condiciones y calidad de vida, teniendo en
cuenta que el objeto de trabajo de la profesión es la problemática social.
Por tanto el trabajador social necesita conocer
cómo comunicarse mejor, qué dificultades constituyen barreras en la
comunicación, cómo establecer una buena empatía y dominar el contenido del tema
a tratar. El trabajador social debe ser capaz de propiciar la participación
popular y actuar directamente en proyectos de transformación social, e influir
en la comunidad orientando a la población y acompañarlos o representarlos ante
las instituciones.
El trabajador social también actúa como facilitador
de las relaciones entre sujetos e instituciones, influyendo en el desarrollo de
su conciencia crítica. Además también debe saber cuándo las personas están
preparadas para recibir un mensaje claro, y mediante su influencia tratar de
prepararlas. Grandes virtudes de un trabajador social pueden ser la tolerancia
y la empatía, para poder comunicarse mejor con la gente.
Lo que debe hacer el Trabajador Social, en su
rutina, es convertir la comunicación eficiente en un instrumento de trabajo
indispensable para desarrollar sus tareas. Desde su primer contacto con las
familias, con su comunidad, antes de comenzar e incluso a intervenir con ellos,
necesita conocer sus inquietudes, hablarles, preguntarles, apoyarlos,
informales y escucharles, para ello necesita ser un buen comunicador, intentar
ser cercano para brindar seguridad y confianza al usuario.